martes, 14 de octubre de 2008

Hacia dónde van nuestros niños?

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Desde hace mucho tiempo tengo una gran preocupación por el futuro de nuestros niños. No hay dudas de que la niñez está atravesando por una etapa totalmente cambiante, con un rumbo incierto y desconocido dentro de nuestra sociedad y por ende, esto se refleja en los grupos escolares. ¿Dónde está la falla? ¿En los padres? ¿En los docentes? ¿En la sociedad en general? Creo sin temor a equivocarme, que si bien la violencia en las calles y escuelas se ha convertido en una problemática social, de la misma manera debemos reconstruir las bases de esta sociedad: la familia .LA FAMILIA donde los principales protagonistas sean los padres convertidos en líderes de sus propios hijos..En la mayoría de los casos, cuando llega la época escolar, los padres toman este acontecimiento como un “alivio” o “desahogo” (sacarse un poco los hijos de encima). Creo que éste es el primer error. Los padres debemos acompañar en esta etapa a nuestros niños, porque la educación comienza en el hogar, y no como suponemos equivocadamente, que es sólo el maestro o educador quien tiene toda la responsabilidad. Esta es una etapa decisiva en sus vidas, razón por la cual se hace necesario tener charlas periódicas con nuestros hijos:--Enseñarles el porqué deben asistir a clases y remarcarles la importancia que tiene el estudio para su futuro. Inculcarles el respeto a sus maestros y compañeros. Exigirles buenas notas. Exigirles buena conducta.

Cumplir con lo que les prometemos, ya sea un premio o castigo, según su comportamiento, porque muchas veces dejamos pasar las cosas no tan agradables que acontecen con nuestros hijos. Esto se va convirtiendo en una mala costumbre y no podemos lograr un verdadero cambio, porque precisamente ellos “ven” nuestro “punto débil” , porque amenazamos con muchas cosas
(“no te festejo el cumple”-“por una semana no miras tele”“te vas a quedar sin regalo” etc.) y al final nos gana nuestra debilidad ya que terminamos cumpliendo a medias con lo pactado. Como 
padres, además de prepararlos para las buenas obras, es nuestro deber enseñarles como lo hacían nuestros antepasados, que la maestra es como una segunda madre. 

Si pretendemos construir una nueva sociedad, debemos ir todavía un poco más allá: NO DESENTENDERNOS de nuestros hijos, porque no todo termina con mandarlos a estudiar, sino que también debemos acompañarlos durante toda su educación: Visitar periódicamente a los maestros en la escuela. Interiorizarnos sobre cómo marchan en sus  estudios.. Informarno sobre su comportamiento. No olvidarnos que ellos son el futuro de nuestra sociedad, de nuestra nación. 

Ayudémoslos desde pequeños incentivando sus sueños, para que cuando les llegue la hora puedan hacerlos realidad. Concurramos a las reuniones de padres (si es posible los dos) No nos desentendamos en este punto, porque es necesario afianzar nuestro vínculo con los educadores. Es hora de comprender que la educación de nuestros hijos “vale la pena”.Es hora de “ponernos las pilas” y “comenzar por casa”. Es hora de que tomemos conciencia del peligro que corren nuestros hijos en la sociedad actual. 

¡Gracias a ustedes padres!
¡Gracias a ustedes maestros!

Estimulen siempre a los niños, no sólo para que pasen de grado u obtengan buenas notas, sino también recuérdenles a quienes se quedan en el camino, que siempre tendrán una nueva oportunidad para lograr la meta soñada. Ayudemos a nuestros niños a creer que todo en la vida es posible. 

Hagámosle sentir que son especiales - NUNCA DISCRIMINEMOS - Entre todos podemos lograrlo: UNA NUEVA GENERACIÓN DE NIÑOS FELICES. Si esto aconteciera sentiré que mi propósito ha sido alcanzado. Si en algo he contribuido me sentiré feliz de haberles sido útil. Todo sea para el bienestar y engrandecimiento de nuestros niños. A ustedes padres y maestros, les regalo mi corazón y los abrazo con el alma. Con total libertad pueden comunicarse por cualquier inquietud que tengan al T.E.  03447-424853 o personalmente en LEGIZAMÓN 280 COLON ENTRE RÍOS

Por Juan Bautista Cornejo
Artículo publicado en la 4 Edición en 2008

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